Actualizado el domingo, 7 julio, 2024
¿Buscas arcos de violonchelo de calidad, que ofrezcan una buena respuesta? ¿Te sientes perdido con todas las opciones disponibles? ¿Madera de pernambuco, fibra de carbono, crines naturales? No te preocupes, a continuación te explico el mundo de los arcos de cello al detalle para que puedas entender y encontrar el que mejor se adapta a tus necesidades.
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Qué tamaño de arco comprar
Lo más habitual es comprar un arco del tamaño adecuado a nuestro instrumento. Así pues, si estamos estudiando con un violonchelo de tamaño 1/2, deberíamos buscar un arco de ese tamaño.
No obstante, en el caso de que ya seamos adultos y estemos tocando un violonchelo de talla 3/4 o 7/8 por nuestras características físicas, lo que recomiendo a mis alumnos es tocar con un arco 4/4. La diferencia con un 3/4 es muy pequeña y la longitud extra es algo que agradeceremos. Salvo casos muy especiales, una persona adulta puede manejar a la perfección un arco de tamaño 4/4.
Mucha atención, pues con los instrumentos no ocurre lo mismo. Una persona que necesite tocar por sus características en un violonchelo 3/4 no estará nada cómoda en uno de tamaño completo.
Tamaños de arco de violonchelo
Los arcos de cello siguen el mismo orden de tamaños que los instrumentos. Recordemos que las indicaciones no son proporcionales, al igual que ocurre con los propios instrumentos. Así pues, un arco 1/2 no mide la mitad de un arco 4/4. Para elegir el más apropiado para nuestra edad y características, solamente hemos de seguir las mismas tablas que aplicamos al violonchelo.
Por lo general, el tamaño de los arcos de violonchelo más habituales, de menor a mayor, son los siguientes:
- 1/8
- 1/4
- 1/2
- 3/4
- 4/4
Sin embargo, hay otras tallas de arcos de violonchelo menos habituales que también se fabrican. Es el caso del 1/10, que se utilizan para los cellos de los niños que comienzan a edades muy tempranas, o el ya mencionado 7/8 que yo no recomiendo salvo circunstancias muy especiales. En la inmensa mayoría de las ocasiones, es mejor utilizar un arco 4/4 en un violonchelo 7/8.
Ahora que conocemos cómo se cataloga el tamaño del arco de chelo, podemos seleccionar el más idóneo para nosotros. Recuerda que las proporciones asignadas en las tallas no son proporcionales a las dimensiones reales respecto a un instrumento de tamaño completo 4/4. Es decir, un arco 1/2 no es la mitad de un 4/4 aunque así se denomine.
Partes del arco de violonchelo
- Vara: es el elemento principal que define la calidad de un arco. Su flexibilidad, peso y equilibrio será el que facilite o dificulte la realización de los diferentes golpes de arco. Algunos de ellos, como el staccato volante, el saltillo o sautillé, o el ricochet pueden resultar casi imposibles de realizar en un arco de mala calidad. Este elemento ha sido objeto de diferentes modificaciones a lo largo de los siglos. Los arcos modernos utilizan una vara de forma convexa, mientras que los arcos barrocos utilizan una forma cóncava. Para dar curva a la vara, se utilizan técnicas de aplicación de calor en vez de tallado con el fin conservar intactas las vetas y fibras de la madera. Tradicionalmente fabricadas en madera de pernambuco, hoy podemos encontrarlas también de materiales sintéticos como la fibra de carbono.
- Cerdas: es una mecha de crines de caballo que, en el caso del violonchelo, suele aglutinar alrededor de 220 crines. La calidad de este elemento es fundamental para definir el agarre, calidad y potencia a la hora de extraer el sonido de las cuerdas. Se han hecho pruebas para sustituir las crines naturales por fibras sintéticas, sin un resultado satisfactorio hasta la fecha. Es necesario aplicar resina, brea o colofonia para que funcionen correctamente y extraigan el sonido de las cuerdas.
- Montura o entorchado: se constituye con un filamento de plata u otra aleación metálica, aunque también se puede utilizar material sintético en arcos de menor calidad. Sirve para equilibrar el arco, además de proteger la vara del contacto permanente de los dedos del músico y proporciona agarre para la fijación del cuero.
- Cuero: además de proteger la madera de la vara del contacto constante con los dedos del violonchelista, sirve para proporcionar comodidad al músico en la sujeción del arco.
Punta del arco
- Cabeza: se encuentra en la punta del arco y forma parte de la propia vara, aunque reciba su propio nombre. Está ahuecada en su parte inferior para albergar uno de los extremos de la mecha de crines.
- Placa de la cabeza: es una pequeña lámina de marfil que embellece la parte inferior de la cabeza. Incorpora un orificio para la entrada de la mecha de crines, que quedan fijas a la cabeza con un pequeño taco de madera.
Talón del arco
- Anilla: es un elemento embellecedor de metal que además refuerza la sujeción de la mecha en la nuez. Las crines pasan y mantienen su forma plana a través de ella. La elección del material para la anilla suele ir a juego con la del botón.
- Placa o pasador del talón: es una pequeña lámina, tradicionalmente de nácar, que encaja en la parte inferior de la nuez. Esconde la fijación de la mecha de crines, embelleciendo el acabado de la nuez.
- Nuez: es la parte más importante del talón. El material escogido sirve también para aportar el equilibrio perfecto al arco. Puede estar fabricada en ébano o en otras maderas como el palisandro o palo de rosa, pero también se pueden encontrar talladas en marfil o hueso. Tradicionalmente se decoran con el ojo parisino, que es un círculo de nácar, aunque actualmente podemos encontrar múltiples y variadas decoraciones alternativas.
- Botón: es el extremo de un tornillo que recorre por dentro los primeros centímetros de la vara y que encaja en una hembrilla que incorpora la nuez. Es un avance en la construcción del arco implementada por Tourte. Al girar el botón, el tornillo se enrosca y desenrosca en la hembrilla, desplazando el conjunto de la nuez. Cuando enroscamos, la nuez se desplaza hacia el inicio de la vara arrastrando las crines con ella y tensándolas para que se pueda tocar con ellas. Al terminar de tocar, se gira en botón en el sentido contrario, desplazando la nuez hacia el centro del arco. Con ello, las crines pierden la tensión y se evita así su deterioro mientras no se está utilizando el arco.
Historia del arco de violonchelo
A medida que el arco para instrumentos ha ido evolucionando, los cambios que se han implementado afectan principalmente a:
- Longitud de la vara
- Forma de la vara
- Tallado de la punta
- Construcción de la nuez
- Estilo o ausencia del tornillo tensor
Orígenes del arco de violonchelo
Los arcos se utilizan para frotar las cuerdas de los instrumentos desde tiempos inmemoriales. Probablemente sus primeros usos fueran directamente con los propios arcos de caza, con los que se frotaban las cuerdas de instrumentos rudimentarios.
Con el tiempo fueron evolucionando, aunque durante gran parte de su historia no eran muy flexibles y los cambios que se hacían eran más relativos a la mecha de fibras que se montaba en ellos. Podían ser fibras vegetales o crines animales como las de caballo que se utilizan hoy en día.
Durante la Edad Media apenas hubo un gran cambio en la evolución del arco, siendo de dimensiones cortas, toscos y carentes de flexibilidad. Con la llegada del renacimiento comenzó un rápido desarrollo hasta llegar al arco de violonchelo moderno.
El arco barroco
Los primeros grandes cambios llegaron en la vara al reducir su grosor y aumentar la longitud. Con estos cambios llegaría le necesidad de regular la tensión de las crines, por lo que se construyeron los primeros arcos de cremallera en el siglo XVI. Sin embargo, aún se hacían necesarios cambios adicionales. Mientras que el violonchelo y el resto de la familia del violín ya tenía su forma definitiva, el arco debería evolucionar todavía más.
Con la llegada del siglo XVII se mejoró el sistema de cremallera cambiándolo por el del botón. Este sistema, que ha llegado hasta nuestros días, se encarga de tensar las crines a través de un tornillo interno en el talón del arco.
Son estos últimos los más comunes hoy en día para reproducir música clásica en estilo original barroco.
El arco Tourte
Ya en el siglo XVIII, el arquetero François Tourte, en colaboración con el famoso violinista de la época Giovanni Battista Viotti, marcó un punto de inflexión en el desarrollo del arco. Definió el pernambuco como la madera más idónea para la fabricación de la vara del arco por su peso, elasticidad y resistencia. Hizo la nuez más pesada, y perfeccionó el sistema de botón. Se puede encontrar en muchas publicaciones cómo se atribuye a Tourte el uso del botón en sustitución de arco de cremallera, pero la realidad es que ya existían anteriormente arcos con este sistema, aunque más rudimentarios.
También fue el artífice de fabricar las varas curvándolas con calor, en vez de serrarlas y tallarlas con la curva deseada. Además, definió la curva del arco moderno de forma convexa. Los arcos del barroco hacia atrás son todos de vara cóncava.
El arco moderno
Los arcos modernos de los que disponemos hoy en día difieren ya poco del modelo de Tourte. Encontramos diferentes formas geométricas para la sección de las varas: esféricas, octogonales o exagonales son algunos ejemplos.
La madera de pernambuco, explotada durante muchos años sin control, ahora se comercializa de forma más sostenible. Además, se utilizan otros tipos de madera que asemejan en propiedades al pernambuco y podemos encontrar en diferentes calidades de arcos.
El uso de materiales sintéticos, como la fibra de carbono, han dado muy buenos resultados en diferentes gamas de arcos. Hoy en día, los arcos de fibra de carbono se comercializan de forma generalizada.
¿Arco de violonchelo de fibra de carbono o de madera?
Desde la aparición de la fibra de carbono en la construcción de instrumentos, los arcos han sido un elemento que se ha beneficiado mucho del empleo de este moderno material. Evidentemente, si queremos comprar un arco antiguo, de reconocida calidad, deberá ser en madera. Pero si estamos buscando un arco nuevo, la fibra de carbono se presenta como una opción muy válida. En especial, si estás buscando algo económico, deberías fijarte especialmente en un arco de fibra de carbono.
Arco de madera
Son los arcos tradicionales, y en particular los encontraremos de este material si buscamos arcos antiguos de segunda mano o un arco barroco, tanto antiguo como actual. Suelen fabricarse con madera de pernambuco. El principal problema de un arco de madera es que la materia prima es orgánica y en cierta forma impredecible. Eso quiere decir que el fabricante puede obtener distintos resultados en la calidad de respuesta, aunque aplique el mismo patrón y material en su construcción. Por lo tanto, encontraremos adaptado el precio de cada arco a su calidad final, tras su fabricación.
Dentro de los arcos de madera más económicos encontraremos una capacidad de respuesta muy pobre. Sirven y cumplen su cometido para principiantes o estudiantes de primeros cursos, nada más.
Suelen venir como accesorio cuando compramos un violonchelo de iniciación. Lo mínimo que le debemos pedir a estos arcos es que sus crines sean naturales. Cuando comencemos a hacer golpes de arco complejos, llegará el momento de comprar un arco de mayor calidad.
Por contra, los mejores arcos de violoncello los encontraremos fabricados en madera. Pueden resultar tan costosos como un instrumento de calidad media. A la hora de comprar un arco de estas características, lo mejor es ir a un lutier que nos muestre su catálogo y nos permita probar diferentes modelos.
Arco de fibra de carbono
Son los arcos más modernos en cuanto a materiales. Tienen algunas ventajas en diferentes ámbitos que no podemos pasar por alto. Lo primero es que se fabricación resulta siempre impecable en cuanto al resultado final. No tienen ningún componente orgánico que los haga impredecibles. Si compras un modelo y te gusta, sabes que puedes comprar otro igual y su resultado será idéntico. Con los arcos de madera eso no está garantizado, siempre encontramos pequeñas variaciones.
Por otro lado, y por sus características de construcción, un arco de fibra de carbono económico siempre nos dará mejores resultados que uno de madera de precio similar. Es por ello que yo recomiendo a mis alumnos que cambien el arco de madera que suele venir «de regalo» por uno de este material. Por el precio de una cuerda de calidad, tendremos un arco de violonchelo de fibra de carbono que responderá como si se tratara de uno de madera de pernambuco de un precio mucho más abultado.
Piensa que si estás empezando, gastando entre 50€ y 100€ , tendrás un arco de fibra de carbono perfectamente funcional para unos cuantos cursos o años de estudio.
Encerdado de crines naturales o sintéticas
A la hora de adquirir un arco, siempre ha de ser de crines de caballo naturales. A ser posible, sin tratamiento alguno de blanqueo o coloración. Dichos tratamientos suelen afectar a la integridad del pelo, por lo que es posible que la encerdadura tenga una duración menor.
Es cierto que podemos encontrar a artistas que manejan arcos con crines de colores, pero ellos cambian el encerdado con mucha frecuencia. Si buscamos buena respuesta, facilidad y nobleza en la producción de sonido, y una durabilidad consistente, debemos optar por crines naturales.
Color natural de la encerdadura
Dentro del pelo natural del caballo podemos encontrar diferentes tonalidades, pero su elección no es puramente estética. Las crines blancas ofrecen menor resistencia. Su sonido es menos oscuro y granuloso, pues deslizan de manera más suave. Las crines más oscuras son más gruesas, ofrecen mayor superficie de fricción y retienen más el polvo de la resina. Es por ello que es habitual encontrar crines negras en los arcos de contrabajo, pues son instrumentos que se benefician y necesitan de un gran agarre para arrancar el sonido de sus gruesas y pesadas cuerdas.
El arco para cello al detalle
Cómo limpiar las crines de un arco
Cómo limpiar la vara de un arco de violoncello
¡Guarda siempre tu arco destensado!
Uno de los errores más habituales es olvidar el arco con las crines tensas al acabar de estudiar. Muchos estudiantes, e incluso profesionales, piensan que se debe destensar para no deformar la vara del arco. Sin embargo, la verdadera razón es la de prolongar la vida de nuestras crines. A medida que usamos el arco y las mantenemos tensas, sometiéndolas a presión contra las cuerdas, se van «estirando» imperceptiblemente. Eso hace que sean cada vez más difíciles de tensar. Tendremos que dar cada vez más vueltas al tornillo y forzar más nuestra vara. Si nos olvidamos de manera habitual nuestro arco tensado dentro del estuche, las crines se deformarán a una velocidad mucho mayor y deberemos cambiarlas de forma prematura.
Recuerda que, además del arco, aquí también se puede comprar violonchelo online. Si tienes cualquier duda déjala en los comentarios o pásate por las redes sociales, donde estaré encantado de ayudarte.