Actualizado el viernes, 2 agosto, 2024
El secreto para saber cómo hacer sostenidos y bemoles en el cello reside en conocer su funcionamiento. Y, por supuesto, el de los tonos y semitonos en el lenguaje musical. Como solemos empezar a tocar con notas naturales, a veces nos quedamos sorprendidos cuando aparecen las primeras alteraciones en la partitura. ¿Te sientes perdido? ¿Se te escapan los términos que estoy usando? No te preocupes, que aquí te lo explico todo. ¡Empecemos!
Lección en vídeo: cómo hacer bemoles y sostenidos en chelo
El sistema de alteraciones musicales, que implica a los bemoles y sostenidos, da para hablar mucho. No obstante, iremos profundizando poco a poco, lección tras lección. Como ahora solamente nos interesa saber cómo hacerlo en las partituras que vamos a encontrar, para poder ponerlo en práctica, voy a explicarlo de forma muy básica.
El sostenido sube medio tono una nota natural. El bemol baja medio tono una nota natural. El becuadro en una nota alterada la devuelve a su estado natural.
Las notas naturales son las que nos encontramos en las partituras escritas en DO Mayor, o LA Menor, siempre que no estén alteradas artificialmente. Son las siete notas que conocemos y cantamos en orden ascendente y descendente desde niños (que realmente es eso, la escala de DO Mayor): DO, RE, MI, FA, SOL, LA y SI.
Más adelante conoceremos en profundidad el uso de las escalas mayores y menores. Ahora mismo nos basta con conocer los dos tipos de alteraciones que nos vamos a encontrar:
Alteraciones naturales:
Son las que encontramos en la armadura del pentagrama. Denominamos armadura al conjunto de bemoles o sostenidos que se ponen al principio del pentagrama y que marcan las notas que irán alteradas en todo momento. Si, por ejemplo, tenemos en la armadura el FA y el DO sostenidos, tendremos que tocarlos así SIEMPRE, salvo que se indique lo contrario en un FA o DO concretos. Un cambio de armadura en medio de la obra también supondrá un cambio de las alteraciones naturales. Por ejemplo, si estamos en una armadura con dos sostenidos del ejemplo anterior (FA y DO) y pasamos a una armadura con tres sostenidos (FA, DO y SOL). A partir de ese momento, tendremos que tocar sostenidas esas tres notas: FA, DO y SOL.
Resultan las alteraciones más difíciles de asumir al principio, ya que se especifican al inicio de cada pentagrama y es común olvidarnos de ellas. El estudio de escalas, más adelante, nos ayudará a interiorizar las armaduras y tener las alteraciones naturales de cada obra siempre en la cabeza.
Alteraciones artificiales:
Independientemente de la armadura, cada nota se puede alterar según quiera el compositor o el músico que esté improvisando. Las alteraciones artificiales afectan a la nota sobre la que se pone y perduran todo el compás. Esto quiere decir que si al principio de un compás hay un DO sostenido artificialmente, y vuelve a aparecer antes de que el compás acabe, lo volveremos a hacer sostenido. De hecho, si queremos en este ejemplo hacer esas dos notas DO del mismo compás, la primera sostenida y la siguiente natural, tendremos que poner un sostenido en el primer DO, y UN BECUADRO en el siguiente.
Veamos un ejemplo combinando alteraciones naturales (armadura) y artificiales:
Tomando el ejemplo inicial, en una armadura con dos sostenidos, FA y DO, en la que tenemos que acordarnos de hacer ambas notas sostenidas en todo momento aunque no aparezca la indicación delante de ellas (ya está indicado al inicio del pentagrama, en la armadura, no lo olvides), se puede en cualquier momento añadir una alteración artificial a cualquier nota.
Por ejemplo, un sostenido en el RE. Eso quiere decir que tendremos que hacer el RE sostenido durante todo el compás en el que se encuentra (salvo que aparezca otro RE posterior con un becuadro en dicho compás) y también cualquier FA y DO, que vienen alterados de forma natural por la armadura. Una vez haya pasado el compás, seguiremos haciendo el FA y el DO sostenidos, por la armadura, y el RE natural, ya que la alteración artificial que aparecía de manera individual para dicho RE solamente afectaba al compás en concreto.
Aunque pueda parecer muy lioso al principio, que de hecho lo es, vas a practicar tantos ejercicios, obras, estudios y escalas que te resultará al final pan comido. De momento, céntrate en entender los principios, el funcionamiento. Toca los ejercicios y las obras con el apoyo de los audios y vídeos. Así siempre sabrás por comparación si lo haces bien o estás omitiendo (o añadiendo sin querer) alguna alteración.
Cómo optimizar el aprendizaje de sostenidos y bemoles
La primera fase es sencilla. Acordarte de que los bemoles implican una pegatina menos del mástil del cello, es decir, quitar un dedo. Los sostenidos en violonchelo implican una pegatina más, es decir, añadir un dedo. Si haces un DO natural en la cuerda LA con el segundo dedo, ¿cómo haces un DO sostenido? Correcto. Con el tercer dedo.
NOTA: recuerda que los dedos los ponemos en bloque. Es decir, si pones el segundo dedo, en realidad dejas puestos EL PRIMERO y EL SEGUNDO. Si pones el tercer dedo, dejas puestos EL PRIMERO, EL SEGUNDO y EL TERCERO. Evita a toda costa poner un dedo y dejar los anteriores despegados de la cuerda.
La segunda fase consiste en memorizar la secuencia de sostenidos y bemoles. Puedes usar la chorra-canción que he puesto en el vídeo, o aprenderlo de carrerilla. Así la aprendí yo.
ORDEN DE LOS SOSTENIDOS:
FA-DO-SOL-RE-LA-MI-SI
ORDEN DE LOS BEMOLES:
SI-MI-LA-RE-SOL-DO-FA
Sabiendo de memoria la secuencia, todo el proceso de tocar alteraciones se simplifica. ¿Tiene la armadura dos sostenidos? Entonces ve al orden de los sostenidos y mira las dos primeras notas. Esas dos, FA y DO, son las que estarán alteradas de forma natural toda la obra o lección (mientras no aparezca ninguna alteración artificial, por supuesto).
Como al principio solemos encontrarnos únicamente con un par de alteraciones naturales (armadura) como mucho, ya sean bemoles o sostenidos, intenta repetirte varias veces al inicio de la obra las notas que van alteradas.
La tercera fase requiere que te acostumbres a mantener en tu cabeza las notas alteradas de la armadura, sean las que sean. Antes de empezar a tocar, repite en tu cabeza las notas que van alteradas hasta que te acostumbres a que no se te pase ni una. ¿La obra tiene 3 bemoles en la armadura? Todas las notas SI, MI y LA son bemoles. ¿Tiene 1 sostenido en la armadura? Toda nota FA es sostenida. Y así, usando el orden de bemoles y sostenidos, te vas acostumbrando.
Refuerzos para tu práctica de sostenidos y bemoles en violonchelo
Si quieres, puedes probar con los ejercicios de escalas que vimos, de forma natural en una de las lecciones anteriores. Prueba a tocar de manera ascendente omitiendo las dos primeras cuerdas (DO y SOL) y todas sus notas. Es decir, empieza por la cuerda RE al aire (la segunda cuerda) y llega hasta el RE con el cuarto dedo en la cuerda LA, pero HACIENDO EL FA Y EL DO SOSTENIDOS. Estarás haciendo una escala en Re Mayor, que como te decía ya veremos cómo funcionan, pero de momento te vale para practicar. Estarás usando el FA de la cuerda Re y el DO de la cuerda LA de tu violoncello con el tercer dedo, en vez de con el segundo.
Pronto terminaremos el Curso Básico y empezaremos con el 1er Curso Elemental. Ahí veremos diferentes estudios con diversas armaduras e irás practicando e interiorizando más el proceso. Hasta entonces, practica como te he dicho y disfruta sin obsesionarte demasiado. Todo irá llegando de manera natural y progresiva, que para eso están pensados los cursos en Cellomaniacos.
¡Feliz estudio y hasta el siguiente vídeo!